La formación continua, la rigurosidad en el doble chequeo, son hábitos que se adquieren con la práctica sistemática de nuestra actividad. No obstante, son muchos los que prefieren aprender con amigos. Otros varios, nunca invertirán en capacitarse, exponiendo a toda una comunidad, a accidentes, que puedan ocasionar terceros.
Sin duda que tener certificados y diplomas, no te garantiza estar libre de caídas épicas, con resultados graves o menos graves, pero desarrollar empatía y entender que mis errores pueden causar lesiones fatales a terceros, debe ser tema prioritario, en la formación de profesores y guías de escalada. Seguiremos registrando.
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Estaba trepando el fin de semana, con mi vieja cuerda de 52 metros.
Cincuenta y dos rayos de pensamiento, que me hicieron sentir una sabrosa incertidumbre. Escalaría la ruta sin saber si me alcanzaba la cuerda para llegar a piso? Era un rutón tremendo, vertical con buenas tomas, un poco romas y bastante jabonosa. Partí escalando lento, no conocía la ruta, sostenida y con pasos largos que aumentando mi ritmo, me permitió llegar a un reposo muy marcado. Puede "reposar" tranquilo. Pero como "el que descansa se cansa", seguí escalando. Salí del reposo y dos romos malos seguidos me daban la bienvenida al crux. Comencé a sudar, traté de respirar tranquilo y luego de un mano pié cómodo llegué un lateral bueno, pero con pies pequeños. Miré abajo, cómo buscando pedir tensión. Pero lo único que recibí a cambio fue un ¡ dale huevón ! No tenía más Quaker. Lo prometo. Con uno de batería, salí del lateral a un tridedo escondido, abrí mi pie izquierdo, le di todo el peso que pude y cuek !, se me abrió la mano. La cuerda alcanzó justo, 25 metros de escalada que me dejaron puesto. Entonces ¿por qué se me abrió la mano?. Los números no mienten. Eva López, conocida entrenadora, atleta, realizó una investigación, dónde observa a 15 diferentes escaladores de similar grado, escalar vias de hasta 25 metros y por sobre 30 metros. Ella concluyó lo siguiente: 1) La mayoría de las escaladas estuvieron entre 8 y 25 minutos 2) En la mayoría de las escaladas, se invirtió en los reposos entre 35% y 58% del tiempo total del intento a la vía. 3) El escalador que reposó menos, los hizo durante 1' 45'' (31,4% de total del tiempo invertido en la vía) en ruta de menos de 25 metros, y el que reposó más, lo hizo durante 27' 50'' (78,3% del tiempo total) en una ruta de más de 30 metros por un sujeto con más cualidades de continuidad que de fuerza. 4- En la mayoría de las vías, se hicieron entre 2 y 8 reposos (media de 5±3). 5- En relación a una misma vía, hay gran variabilidad entre sujetos en el tiempo destinado a reposar según sus cualidades de fuerza y continuidad. Eso repercute directamente en el tiempo de permanencia en la vía y presumiblemente en la fatiga final general. Viendo estos números, podemos concluir lo siguiente: 1) La escalada de es un deporte de esfuerzos discontinuos. 2) Durante la escalada de nuestro proyecto, existen secuencias duras, moderadas y blandas. 3) Entrenar la continuidad, nos beneficiaría en poder retardar la llegada de la fatiga, cuando escalamos secciones menos duras y/o moderadas del proyecto que tenemos en mente. 4) Al entrenar la continuidad, generamos una base sólida para trabajar otras cualidades físicas que son necesarias para resolver pasos duros. 5) Que el tiempo invertido en escalar, puede llegar a ser elevado y que dependiendo del tipo de escalador, puede hacerlo hasta en 35 minutos y que el tiempo invertido en descansar entre pasos duros ronda entre el 35 y 78% del tiempo total de la ruta. Y ustedes? ¿ Cómo se han sentido, al estar a 3 metros de las cadenas de tu proyecto y caer tan cerca?. Fuentes: Blog de Eva Lopez Cómo entrenar y escalar mejor. Eric Horst Y toca regar. Seguimos cultivando escalada. LLegamos tipo 10:00 am a la pared. Camila (9), Macarena(9), Verónica y Mikel(5), serían mis partner, para una mañana de otoño muy agradable.. Luego de 40 minutos de aproximación moderada, pero sostenida, llegamos a la pared. A pesar de la enorme cantidad de gente que nos encontramos, la onda estaba fina. Me encontraba con Jorge, Andinista, de vitalidad envidiable, quien desde el lente, disparaba fotos desde las alturas, a varios de sus compañeros del Club Ayuwn. Equipamos un 10C y un 5.6, que compartimos con otros escaladores y las mellizas superpoderosas, quen dejaron la piel en su primer día de roca. Estas pequeñas gladiadoras, terror de cualquier profesor mediocre y fome, amante del ritalín, se encontraron en un lugar protegido y desafiante a la vez, que las invitaba a aprender y sacar el felino que llevan dentro. Por último Verónica, mamá de las mellizas, sin vacilar, se monta en la ruta. Las justificaciones previas que preveen "fracaso en la ruta", se dispersan entre cada manilla y puente de roca que ofrece la vía. Los pies de verónica avanzan mientras el suelo ya parece estar lejos. Tensa !. Gracias ! Día redondo. Jaime. Agradecimientos a Jorge, por las bellas fotos. Equipo utilizado 1 cuerda yuji 70 metros 10 cintas express 4 Arneses Pandion Petzl 6 metros de cordín 7mm 1 arnés Sama Petzl 7 Mosquetones Aero c/seguro 1 Gri gri 5 Cascos Half Dome Las manos agotadas y los rostros cansados. Yanara ya no habla. Coni me dice que no, que ya no le da para otro pegue. Y Fabián quién se llevó "suerte de principiante", intenta una ruta más durita en la zona del plan z, pero en las segunda chapa me dice "estoy puesto.
10 horas antes, estos 3 mosqueteros me estaban recogiendo en mi casa, para su primera experiencia escalando en roca. Luego de 2 meses de clases en el muro de su facultad, lograban hacerse el espacio para probar los bolones, regletas, slopers y agujeros de las chilcas. Ya en la nave, (si porque ni idea que marca de auto me subí, pero era una nave) les dije de lo bello de las chilcas, del problema de la basura, de las hermosas vinchucas y les conté de lo tranquilo que es la escalada, lejos del cubo. Pero no ! Agradecido de no tener dolores de cabeza. Llegamos a km 78, estacionamos a un lado. Llegamos caminando al plan Z, o lo que queda de esta zona, dónde el espino salvador te regalaba sombra, mostraba los signos de mutilación de las retroexcavadoras que hoy ensanchan la autopista. Lo prometido fue a medias, buena escalada, pero acompañado del taladro percutor. Si ese pinche taladro, que por más Zen, que trataba de estar, interrumpía el silbido del viento. MIentras escalaba, pensaba en Gertrudis, un diez plaquero, destruído por la trasnacional que trabaja en la autopista, y que vió varios primeros vuelos, de los alumnos de nuestra escuela. Al caer la tarde, limpieza, descuelgue y armado de la mochila. Nuestros alumnos, primera vez en las chilcas, minimizan el impacto de la contaminación acústica y me dicen que repitamos la experiencia. Pana, Hace 6 años atrás, Pancho González, me llevó en su "camio" dakar al construmar de Santa Rosa..
Llenamos la camioneta con planchas de terciado, perfiles de acero en varias dimensiones y un par de lijas para sierra circular. 4 años después, y gracias al esfuerzo de Hernán, tío mío y profesor de carpintería -soldadura, nos metíamos en el patio y levantábamos nuestro primer mini-muro. Es aquí dónde se realizó el primer encuentro de mini-escaladores, dónde la edad máxima fueron 5 años. Con 4 problemas distribuidos, en los 5 metros de ancho del mini-muro, los pequeños y pequeñas, se divirtieron escalando y pintando los monos que les habíamos dejado puestos en el top de cada problema. Entrevistamos a uno de ellos y esto fue lo que nos contesto:
Gracias Joaquín ! Pana. |
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