Manejaba Jóse, Alejandra lo miraba con pupilas nerviosas. En el peaje de Pichidangui, ese mismo que los habitantes de Los molles, V región, odian por tener que pagar $4.000 pesos cada vez que quieren viajar 2 kilómetros al norte, se sentía fuerte el control del estado a todos los que esperábamos cruzar.
El olor a miedo se sentía en el ambiente. La expectativa de camioneros sin revisión técnica, transportistas sin seguro obligatorio, turistas sin carnet de conducir y soñadores sin mascarilla ni pasaporte sanitario, se veían truncados por la alcabala impuesta por seremis, pacos, Paula Daza y la televisión. Desde la pedagogía, y la alta motivación por llegar a tierras diaguitas y atacameñas, mi cerebro se puso en modo alerta. Sabía que tenía experiencia en manejo de crisis y que uno de mis fuertes es tomar decisiones difíciles en momentos complejos. Le dije al "bandurría" que se pasara para atrás, y me puse al volante, colocando el sedán verde de mi abuela, llamado "la palta" por el Max, mi primo guitarrista y papayero, detrás de una NIssan d-21 que mostraba una y otra vez pantallazos eternos a las controladoras de la vida higiénica impuesta, sin lograr cruzar.. Mis compañeros de vida, amistad, escalada y trabajo, intentaban averiguar que obtener del minsal.cl y derepente comencé a sentir ese mantra interior que me ha sacado de muchas situaciones de riesgo inminente. "soy invisible", soy invisible se repetía en mi cabeza, obteniendo un poder que me permitió sujetar el volante y dirigirlo al peaje a 2 kilómetros por hora, pagar los $3.500 y hacer sonar los encadenes de este 9b+ de calle, desplomado, que para muchos era imposible, pero que con entrenamiento mental y corporal y su cuota de suerte, habíamos logrado sortear. La tensión seguía arriba, algunos suspirarón, otras gritaron, se alegraron y se enojarón, en una licuadora de emociones, difícil de digerir para personas que no han estado expuestas a niveles en los que me ha tocado estar. La policía ha quedado atrás, y la pedagogía valiente nos cubría con su manto de protección. Nadie sabía que 90 días después, seguiríamos con ese misma suerte... Samo alto nos esperaba. Continuará...
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July 2021
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